Este domingo se realizó la segunda marcha por la seguridad en la zona céntrica de Villa Gesell, convocada nuevamente por la vecina Lola Bis. Sin embargo, a diferencia de la primera manifestación, la movilización evidenció una muy baja participación, quedando lejos de representar un reclamo colectivo como se había propuesto inicialmente.
La imagen lo dice todo: unos pocos vecinos, bancos ocupados más por la charla casual que por la protesta, y una escena que dista mucho de la urgencia que plantea el tema de la inseguridad.
Todo indica que parte de la ciudadanía comienza a cuestionar las verdaderas intenciones detrás de estas movilizaciones. El reclamo por seguridad es justo y legítimo, pero pierde fuerza cuando se politiza. Y en este caso, muchos geselinos ya identifican a Lola Bis con sectores de la política local, particularmente con La Libertad Avanza, el espacio que en Villa Gesell encabeza Luis Vivas.
Además, la marcha fue apoyada por algunos referentes del PRO, fortaleciendo la percepción de que más que una marcha ciudadana, fue una movida opositora con fines políticos de cara a las elecciones 2025.
En contextos como estos, donde la desconfianza en la política crece, mezclar causas legítimas con candidaturas encubiertas solo profundiza el desencanto social. La seguridad, lejos de resolverse en la vereda de enfrente, se construye con participación real, sincera y sin especulación.